Fortalecimiento de los derechos de las mujeres migrantes en Guatemala

El número de migrantes de Guatemala está aumentando diariamente: 350 guatemaltecas y guatemaltecos, en su mayoría jóvenes y apenas calificadas, viajan diariamente por una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo hacia México o los Estados Unidos.

En 2018, según el Banco Mundial, el 59,3 por ciento de la población de Guatemala vivía por debajo del umbral nacional de pobreza y 10 millones guatemaltecas y guatemaltecos incluso vivían en la pobreza extrema. Además, la violencia, que tiene su origen en las pandillas juveniles locales -las llamadas maras- y la violencia doméstica determinan la vida cotidiana en Guatemala. En América Central, alrededor del 30 por ciento de las y los jóvenes han sufrido alguna forma de violencia. En el caso de las mujeres, la cifra alcanza el 40 por ciento y el número estimado de casos no denunciados es mucho mayor, ya que no se denuncian muchas agresiones sexuales. Es por eso que 108.000 guatemaltecas y guatemaltecos deciden cada año partir hacia los Estados Unidos. Jorge, un migrante retornado del municipio de Nentón en el noroeste de Guatemala, describe la situación:

Para mí, es muy importante que abordemos la cuestión de la migración. Muchos jóvenes planifican sus rutas migratorias sin ser conscientes de sus derechos y peligros. Tenemos que ocuparnos de este asunto y educarlos.

El socio guatemalteco del proyecto ECAP (Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial) está abordando esta cuestión. ECAP trabaja en dos municipios guatemaltecos: San Martín Jilotepeque en el departamento de Chimaltenango y la zona fronteriza de Nentón en Huehuetenango.

Hasta incluso después de una migración exitosa, las y los migrantes a menudo no pueden dar un suspiro de alivio, porque en muchos casos se ven amenazados con la deportación a su país de origen. En los últimos años, la situación de las y los migrantes ha empeorado como resultado de la política de inmigración más dura de los Estados Unidos. El endurecimiento de los controles fronterizos, así como el aumento de las detenciones y deportaciones, son el resultado de la acción conjunta de los gobiernos de México, Guatemala y Estados Unidos en el marco del acuerdo sobre la "frontera sur". Según el Ministerio del Interior de Guatemala, un total de 155.548 guatemaltecas y guatemaltecos fueron deportados de los Estados Unidos solamente entre 2016 y agosto de 2019. Junto con los comités locales de migración, ECAP también ayuda a las y los migrantes que regresan a Guatemala con su reintegración social. A las y los menores de edad, que regresan a su país de origen, los acompañan, en particular, durante la reunificación familiar. El trabajo de ECAP también se centra en la atención psicosocial. Por un lado, las y los retornados reciben atención individual para poder procesar sus experiencias en la huida y, por otro, tienen la oportunidad de intercambiar sus experiencias con otros retornados en grupos de autoayuda.

Muchas de las familias pierden el contacto con sus familiares emigrantes. ECAP apoya a los miembros de la comunidad en la creación de grupos de autoayuda de familias afectadas en los que tienen la oportunidad de intercambiar experiencias, apoyarse e informarse mutuamente. Además, el socio del proyecto ayuda a las familias a encontrar a sus familiares desaparecidos. ECAP se basa en una amplia red de organizaciones no gubernamentales en Guatemala y México, todas ellas dedicadas al tema de la migración. De tal manera el trabajo de ECAP abarca todo el ciclo de migración.

Con el fin de ofrecer perspectivas a la población de la región, ECAP también integrará medidas de generación de ingresos en el proyecto. En particular, se apoyará a los jóvenes en la ejecución de pequeños proyectos, como la creación de su propia pequeña empresa. Al mismo tiempo, un proyecto turístico tiene por objeto proporcionar un auge en toda la región y reducir las cifras de migración.